Killer Kross ha vuelto a acaparar titulares, esta vez no por su trabajo dentro del ring, sino por su recordado promo 'semi real' tras WrestleMania 41. En una entrevista con Chris Van Vliet en el podcast Insight, el luchador explicó cómo un discurso diseñado para generar conversación terminó provocando incomodidad entre algunos miembros de WWE.
El momento en cuestión se produjo en el programa posterior a WrestleMania, conducido por Sam Roberts y Megan Morant. Kross mezcló ficción y realidad al mencionar su pasado despido y su frustración por no haber recibido más oportunidades dentro de la empresa. "Fue algo trabajado, pero basado en cosas reales. Es esa fina línea del wrestling que conecta con la gente", comentó. Lo que parecía una jugada inteligente para generar interés, sin embargo, no fue recibido con tanto entusiasmo en los pasillos de la compañía.
Al día siguiente, durante Raw, Kross notó un ambiente tenso. "Recibí una llamada de Relaciones con el Talento. Me dijeron que en Creativo estaban molestos, que había enfado”, recordó. Lejos de huir del problema, el luchador fue directamente a hablar con los guionistas del programa para aclarar la situación. "Les expliqué todo y me dijeron: ‘No sabemos de qué nos hablas’. Había una desconexión total".
La confusión se disipó cuando descubrió que quien realmente estaba molesto era Triple H. Kross decidió hablar personalmente con él para limpiar el aire. "Hablamos y lo entendió. WWE es una compañía enorme, con muchos departamentos, y no siempre hay comunicación entre todos. Hunter fue muy profesional y comprendió lo que intentaba hacer. Solo quería crear algo diferente y auténtico".
Kross reflexiona sobre los cánticos del público y su impacto en el vestuario
Durante la conversación, Kross también abordó los cánticos que el público realizaba pidiendo su regreso, algo que -según confesó- fue un arma de doble filo. "Alguien me llamó y me dijo: ‘Aprovecha el momento, eso no va a durar para siempre’. Pero nuestro éxito no depende de que los fans se apoderen del show”, explicó. Agradeció el apoyo de la gente, pero dejó claro que nunca quiso que esos cánticos se convirtieran en una distracción.
Esos gritos significaban mucho para mí, pero también hay que pensar en los compañeros que están luchando en el ring. Ellos se preparan toda la semana, se sacrifican, entrenan, y no sería justo que mientras dan el cien por cien, el público esté gritando por alguien que no aparece en el programa. No queremos que eso se convierta en una falta de respeto hacia ellos.
Entre la polémica y la madurez profesional
Con el paso del tiempo, Kross parece haber adoptado una postura más reflexiva respecto a lo ocurrido. Admitió que el momento generó 'reacciones intensas' tanto entre los aficionados como dentro del vestuario, pero cree que esa mezcla de realidad y ficción forma parte de lo que hace grande al negocio. "Siempre hay riesgo cuando cruzas esa línea, pero también es donde nace la magia del wrestling”, declaró.
Hoy, Kross asegura que se encuentra en una etapa más centrada, buscando equilibrio entre la provocación y la profesionalidad. "Mi intención nunca fue generar problemas ni llamar la atención a costa de otros. Solo quería ser honesto, conectar con la audiencia y darles algo de lo que hablar. Si lo hice demasiado bien, supongo que eso también dice algo", concluyó entre risas.
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