WWE confirmó oficialmente que WrestleMania 43 tendrá lugar en Arabia Saudí, lo que supone el paso internacional más ambicioso para el evento más importante de la compañía. El anuncio generó múltiples reacciones, tanto positivas como críticas.
Durante la rueda de prensa, Bianca Belair destacó el significado del show para las mujeres en el wrestling, calificando a Arabia Saudí como "un espacio específico para que las mujeres creen momentos increíbles". Sus palabras fueron recibidas como una celebración del progreso conseguido en los últimos años, con luchadoras formando parte de carteleras en un país donde antes era impensable.
Sin embargo, la visión no es unánime. En Busted Open Radio, la luchadora de AEW Thunder Rosa ofreció una lectura mucho más crítica sobre el contexto en el que se desarrollan estos eventos. Según explicó, los shows responden a los intereses económicos de los organizadores y no necesariamente a un cambio social.
Les dan dinero. Vamos a darles un show, y punto. Los que ponen el dinero son los que mandan. Tienes que hacer lo que te dicen, porque si no, no comes. Esto es parte del trabajo.
Rosa reconoció que las mujeres de WWE han logrado hitos en estos eventos y que hace apenas siete años ni siquiera podían participar. No obstante, subrayó que esto no implica una transformación en la manera en que la sociedad saudí percibe a las mujeres: "No vas a cambiar cómo la sociedad las ve, porque está ligado a religiones históricas y a todo lo demás".
El contraste entre la celebración de Belair y la crítica de Thunder Rosa refleja la dualidad del debate. Para unos, WrestleMania 43 en Riad es un hito histórico; para otros, se trata de un escaparate con poco impacto en la vida cotidiana de las mujeres en el país. La discusión promete seguir acompañando a WWE en su aventura internacional.
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