WrestlePalooza debía ser un momento histórico para WWE, al convertirse en el primer gran evento transmitido en directo a través de ESPN. Sin embargo, la celebración se tornó polémica después de que el propio portal oficial de la cadena publicara una reseña con una nota sorprendentemente baja: una “C”.
La crítica corrió como la pólvora en redes sociales y no solo tomó desprevenidos a los fans. Según informó WrestleVotes Radio, la reacción interna en WWE fue de sorpresa total, ya que nadie esperaba que su socio de emisión publicara un análisis tan negativo del show. En los pasillos de la empresa se comentó que WrestlePalooza no había sido diferente a otros eventos premium, por lo que la calificación sonó excesivamente dura.
El desconcierto dentro de WWE creció al asumir que ESPN, dado el simbolismo del debut, tendría un trato más favorable. En lugar de ello, la valoración generó un intenso debate online entre seguidores y críticos sobre si la nota era demasiado severa o un reflejo fiel de lo que se vio en pantalla.
Más allá de la repercusión mediática, la baja calificación no afecta a los números de audiencia, que se mantuvieron estables. Pero sí ha encendido interrogantes sobre la relación futura entre WWE y ESPN: si la propia cadena no duda en emitir críticas tan directas, podría marcar un precedente para una cobertura más dura en los próximos eventos.
La situación deja a la vista un dilema interesante: WWE obtiene la exposición que buscaba en una plataforma deportiva global, pero al mismo tiempo se expone a un nivel de escrutinio que quizá no esperaba de su principal socio de emisión.
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