Ayer se celebró un nuevo episodio de Monday Night Raw desde Birmingham, Reino Unido. El show arrancó con la ovación del público a Roman Reigns, quien dedicó unos minutos a defender la posición de su primo Jey Uso en la lucha por el Campeonato Mundial de Peso Pesado en Clash in Paris, antes de dirigir su atención a su próximo rival, Bronson Reed.
Pero antes de que pudiera continuar, Paul Heyman interrumpió la promo desde el stage, acompañado por Reed, quien sostenía las botas de Reigns colgadas de su cuello. A pesar de los intentos del público por silenciarlo, The Wiseman explicó el motivo de su alianza con Reed, afirmando que Roman necesita "amor duro". Tras burlarse de la afición, Heyman dejó claro que el objetivo de Reed es poner a prueba al Jefe Tribal.
La confrontación verbal escaló a una batalla física cuando Reigns provocó a Bronson Reed a entrar al ring. A pesar de que Reed logró tumbar a Roman y amenazó con ejecutar su Tsunami, la pelea fue interrumpida por la intervención de Adam Pearce y el equipo de seguridad. El caos continuó en la rampa de entrada, donde ambos fueron separados.
Horas más tarde, se reveló que los guardias de seguridad que intervinieron en la escena eran en realidad luchadores del circuito independiente, los involucrados en la feroz batalla fueron los irlandeses CBL y Sammy D, junto a los británicos Tate Mayfairs, Ethan Allen y James Ellis. CBL había participado recientemente en un Tryout de WWE antes de SummerSlam, mientras que los talentos británicos son habituales en promociones como RevPro y otras del circuito europeo.
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