Lola Vice ha conseguido abrirse paso en WWE no solo por su talento en el ring, sino también por su determinación para acabar con prejuicios arraigados. En una reciente entrevista en Busted Open After Dark con Bully Ray, la estrella de NXT habló con franqueza sobre los desafíos que ha enfrentado tanto dentro como fuera del cuadrilátero.
Uno de los momentos más duros de su trayectoria llegó en sus años como peleadora de MMA, donde desarrolló un trastorno alimenticio debido a los continuos cortes de peso. "Tuve que trabajar mucho en mí misma. Pasé por muchos retos, pero lo más difícil fue lidiar con un trastorno alimenticio por cortar peso tantos años. Desde que llegué a WWE, mi salud física y mental ha mejorado muchísimo. Hoy me siento en paz, feliz y con una confianza que nunca había tenido", confesó.
Vice también recordó cómo fue subestimada desde el principio por su apariencia. "Entraba en gimnasios de MMA y ningún entrenador quería entrenarme. Pensaban que era una broma por lo femenina que me veía", relató. Pero su crianza le ayudó a encontrar el equilibrio: su madre la animó tanto a practicar artes marciales como ballet, enseñándole que la fortaleza y la feminidad no son excluyentes.
"Creo que una mujer puede ser hermosa y a la vez una auténtica badass", afirmó. “No todo tiene que sexualizarse. Yo intento lucir lo mejor posible, pero también demostrar credibilidad con mi experiencia. Si me subo a un ring o a una jaula y te noqueo, ¿qué más prueba necesitas?".
WWE ha cambiado mucho desde la era de las Divas, y Lola Vice es uno de los ejemplos más claros de esa evolución: una mujer fuerte, segura y sin miedo a mostrar todas las facetas de su personalidad. En las últimos meses ha ganado fuerza en el roster de WWE, convirtiéndose en uno de las luchadoras más importantes del roster de NXT.
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