Michelle McCool ha revelado que The Undertaker tuvo que someterse a una intervención cardíaca menor justo después de WrestleMania 41, en medio de semanas de angustia que vivieron en privado. La confesión tuvo lugar durante su aparición en el pódcast Six Feet Under, donde McCool relató lo difícil que fue lidiar con su propia introducción al Hall of Fame mientras su esposo luchaba con problemas de salud serios.
"Las cinco semanas previas al Hall of Fame y WrestleMania fueron muy duras”, explicó McCool. “Todos me preguntaban cómo fue la ceremonia, y aunque disfruté estar en el escenario, lo cierto es que solo podía pensar en él. Mi cabeza no estaba en otra parte".
La exluchadora de WWE detalló que fue por pura casualidad que descubrieron el problema cardíaco del Deadman, al que calificó como una situación "aterradora". A la mañana siguiente de volver de WrestleMania, ya estaban en el hospital a las 6 de la mañana para una operación.
"No se suponía que debías ir a ningún lado. No querías que se lo dijera a nadie. No fue justo para mí, no lo fue", comenzó a explicar McCool. "Estuvimos cuatro noches en el hospital, dos semanas antes de WrestleMania. Sí, no deberías haber ido. No estoy enfadada porque probablemente yo habría hecho lo mismo, pero fue aterrador. No podía concentrarme en nada más. Todo lo que quería era centrarme en ti, en tu corazón, y en conseguir que te viera el mejor cardiólogo posible, que finalmente lo logramos, pero eso requirió muchas llamadas. Varias noches en el hospital... y gracias a Dios estás aquí. Pero según palabras del propio médico, todo podría haber salido muy mal si no lo hubiéramos detectado ese día".
"Sí, la prueba que había programado en enero, eso es lo más loco. Fuiste al médico el 28 de marzo, nunca voy a olvidarlo. Luego me llamaste y me dijiste: ‘No me quieren hacer la prueba del corazón’. Era solo un chequeo rutinario del corazón que teníamos pensado hacer", recordó.
"Conseguí otra cita como una hora después. Tenían justo un hueco libre. Y ahí nos enteramos de que llevabas en fibrilación auricular crónica quién sabe desde cuándo. Lo más aterrador fue que no tenías ningún síntoma, así que no lo sabíamos. Sí, a veces llegabas sin aliento y yo me burlaba, diciéndote: 'Tío, si solo estabas lanzándole la pelota al perro, ¿por qué estás tan agitado?’ O subías las escaleras para rezar con los niños y te decía: ‘¿Por qué estás sin aire?', sin pensar que podía ser un problema real del corazón. Así que sí, la medicación no funcionó y terminamos en urgencias un viernes. Por supuesto, no quisiste quedarte esa noche. Y después de todo el sábado con Kai en su partido de flag football, me miraste y me dijiste: 'Sigo en fibrilación', porque lo estabas controlando con el reloj. Y te dije: 'Si mañana por la mañana, antes de ir a misa, sigues igual, nos vamos al hospital'. Y, por suerte, aceptaste.”
"Fuimos al hospital, los valores estaban todos descompensados. El ritmo cardíaco no era normal. La fracción de eyección -que es como la sangre se bombea desde el corazón- estaba en un 30%, que es muy bajo. Debería estar al 100%, obviamente. Terminamos quedándonos cuatro noches en el hospital, donde tuvieron que hacerte una cardioversión, aplicarte una descarga eléctrica para devolverte al ritmo normal. Lamentablemente, eso solo duró... ¿qué? ¿24 horas? Quizás 48. Después de cuatro días volvimos a casa, y dos días más tarde ya estabas otra vez en fibrilación. Estaba totalmente estresada".
Su dura aparición en el WWE Hall of Fame
"Cuando la gente se me acercaba para felicitarme, apenas podía contener las lágrimas. No era por nervios, era porque mi marido tenía serios problemas de corazón. Estuvimos ingresados durante cuatro noches apenas dos semanas antes del evento, y nadie sabía nada. Yo estaba buscando al mejor cardiólogo, haciendo llamadas, sin dormir... Fue durísimo, pero gracias a Dios lo pillamos a tiempo".
Por su parte, The Undertaker confirmó que no debería haber viajado a Las Vegas: "Fue mi corazón, sí. Había un pequeño problema... Ni siquiera se suponía que debía estar allí”. Finalmente, el excampeón mundial quiso tranquilizar a todos asegurando que ahora se encuentra bien y bromeó diciendo: “Ahora estoy fuerte como un toro”.
La revelación añade un nuevo matiz a la presencia de The Undertaker en la ceremonia de exaltación al Salón de la Fama, donde acompañó a su esposa Michelle McCool en uno de los momentos más importantes de su carrera. Pese al susto, todo salió bien, y los fans pueden respirar tranquilos: el 'Deadman' sigue en pie, literalmente, gracias a una oportuna intervención médica.
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