El episodio de Friday Night SmackDown emitido el 27 de junio desde el Kingdom Arena de Riad, Arabia Saudí, debía ser otro momento clave en la expansión internacional de WWE, ahora de la mano de Netflix. Sin embargo, lo que debía ser un escaparate global terminó convirtiéndose en un inesperado apagón: la transmisión internacional se interrumpió durante más de 30 minutos.
Todo ocurrió apenas comenzado el programa, en plena promo entre Cody Rhodes y Randy Orton. De forma repentina, las pantallas del recinto se apagaron y la emisión internacional quedó congelada, lo que disparó las quejas en redes sociales. WWE intentó calmar la situación con mensajes en pantalla, pero la incertidumbre se mantuvo durante varios minutos.
Según PWInsider, el problema no fue culpa de Netflix. El origen estuvo en un corte de energía total en el recinto, que afectó tanto a la producción como a la zona de gorilla position y al control técnico. "WWE perdió por completo la capacidad de manejar el show. No fue un fallo de emisión, sino un problema técnico originado en el lugar", confirmó el medio.
Mientras tanto, los talentos de WWE improvisaron para mantener al público de Riad entretenido. Randy Orton se paseó entre los fans saludando y bailando, mientras Cody Rhodes tomó el micrófono para hablar de Night of Champions. Incluso Carmelo Hayes apareció en ropa de calle para confrontar a Cody, terminando la secuencia con un Cross Rhodes que no estaba planeado.
Finalmente, la emisión volvió a la normalidad y Michael Cole junto a Wade Barrett ofrecieron disculpas a los espectadores por lo ocurrido. El incidente, aunque resuelto, vuelve a encender el debate sobre la viabilidad técnica de los grandes eventos en mercados internacionales en directo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario