WWE y Vince McMahon vuelven a estar en el foco legal con una nueva demanda presentada por Leland Owens, quien afirma que WWE utilizó sus contribuciones creativas sin la compensación adecuada. La demanda de Leland Owens, presentada el 4 de noviembre, surge tras una demanda anterior que fue desestimada debido a que la documentación financiera estaba incompleta. En esta demanda revisada, Leland Owens afirma que firmó un acuerdo verbal con WWE para proporcionar ideas creativas, que según él se utilizaron sin su autorización ni remuneración.
Según Owens, tanto los ejecutivos como los agentes de WWE, incluidos Stephanie McMahon y Daniel Bryan (nombrados como tales en la demanda), estuvieron directamente involucrados en la supuesta apropiación indebida. Owens afirma además que le ofrecieron "dinero a cambio de silencio" para que guardara silencio sobre el tema, lo que aumentó la controversia en torno a la gestión de su trabajo creativo por parte de WWE.
La demanda incluye varias acusaciones inusuales, incluidos comentarios hechos por Stephanie McMahon y la participación de otros nombres de alto perfil de la WWE. Owens reclama 500 millones de dólares en daños y perjuicios, lo que subraya la gravedad de las acusaciones. La demanda también menciona que Mercedes Moné (antes Sasha Banks) actuó en representación de WWE durante la supuesta oferta de dinero para silenciar a la luchadora.
Hasta el momento, WWE no ha emitido una respuesta pública a la demanda. Si las afirmaciones de Owens se sostienen en los tribunales, este caso podría dar lugar a un pago significativo y potencialmente influir en el enfoque de WWE para gestionar las contribuciones creativas de los creadores independientes. Dada la enorme influencia y alcance de WWE, la resolución de este caso también puede impulsar a otros creadores a presentarse si se sienten igualmente perjudicados.
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