Donald Trump, candidato a la Casa Blanca en las próximas elecciones en Estados Unidos, fue herido de bala el 14 de julio al inicio de un mitin en Butler, Pensilvania, recibiendo el impacto en la parte superior de su oreja derecha. Al sentir la bala, el integrante del Salón de la Fama de WWE se llevó la mano a la cara, se agachó y fue evacuado rápidamente por agentes del Servicio Secreto. Con la cara ensangrentada, levantó el puño en alto hacia sus seguidores mientras era trasladado a un hospital, del cual fue dado de alta con heridas leves.
Algunas estrellas de la lucha libre profesional reaccionaron rápidamente a ese atentado. Otras, tardaron más en hacerlo. Una reacción que ha llegado recientemente ha venido por parte de Dwayne "The Rock" Johnson. En una conferencia, el excampeón mundial recordó interacciones con Trump en el pasado y denunció lo ocurrido el día del atentado. The Rock cree que no hay cabida para el asesinato.
"Trump, solía venir a verme luchar todo el tiempo en el Madison Square Garden. Era genial. La primera vez que le vi, me dijo: 'Déjame ver la Ceja del Pueblo'", comentó The Rock.
"Si amas a Donald o no lo amas, no importa. Intentaron asesinarlo, no hay lugar para eso, e independientemente de lo que piense, creo en lo más profundo de mi ser que eso no es lo que somos como país. Así que, verlo mantenerse firme en ese momento, era algo que queríamos ver".
Donald Trump, conocido principalmente por su carrera empresarial y política, también tiene una conexión significativa con el mundo del wrestling profesional. En 2013, fue incluido en el WWE Hall of Fame, un honor que reconoce su impacto y contribuciones al entretenimiento deportivo, específicamente en el wrestling.
Trump es conocido por ser anfitrión de dos ediciones de WrestleMania en su Trump Plaza en Atlantic City, Nueva Jersey. Estas ediciones, WrestleMania IV y WrestleMania V, ayudaron a solidificar la importancia de WrestleMania como el evento más grande de WWE.
En WrestleMania 23, Trump participó en un evento llamado "Battle of the Billionaires", enfrentándose a Vince McMahon, el presidente de la WWE. Ambos eligieron un luchador para representarlos, con Trump eligiendo a Bobby Lashley y McMahon a Umaga. La estipulación del combate era que el perdedor se raparía la cabeza, y después de que Lashley ganara, Trump y Lashley raparon a McMahon en el ring, creando un momento memorable en la historia de WrestleMania.
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